Cuando aprovechando Semana Santa los integrantes de la Casa en Bogotá decidimos ir a Roldanillo no nos imaginábamos lo adelantado que estaba el proceso de autonomía en los jóvenes de allá… pensábamos que en Roldanillo sólo un evento organizado por nosotros desde Bogotá podía llevarse a cabo con éxito (sí, tal vez se nos había pegado un poco del centralismo que tanto le ha costado a este país que por olvidar sus provincias ha negado tanto de su talento). Llegamos a Roldanillo y todos los amigos y colaboradores y chicos y chicas que habitan la Casa diariamente nos dejaron con la boca cerrada y muy muy felices… descubrimos que por iniciativa de los jóvenes se estaba dictando un taller de estampado de camisetas donde los mismos habitantes, tripulantes, de nuestro proyecto estaban plasmando sus ideas para luego vestirlas…. Y, además, se había planeado un concierto para recoger fondos para el pago de los servicios, un concierto que aparte de Charlie, nuestro músico, que siempre está dispuesto a dar su voz y su guitarra para la causa de la Casa, contaba con la colaboración de muchos, como Julián Ríos (“Gato”) que nos facilitó el sonido, o Andrés Felipe García, nuestro socio, que puso toda la logística; al final podemos decir que recogimos lo suficiente para pagar algunos servicios y celebrar un poco…. más que suficiente.
El concierto que se dividió en dos partes mostró todo el repertorio de Charlie: más de dos horas de música que se paseó un variado repertorio de rock clásico tanto como por la joya de la noche, una canción compuesta por el mismísimo Charlie (a estas alturas sería bueno revelar el verdadero nombre del personaje: Jonathan Restrepo, aunque entendemos que se lo quisiera cambiar por Charlie ¿homenaje a García?)
Al final el concierto se aprovechó para convocar a una asamblea al día siguiente de la que salieron muchas buenas ideas para darle continuidad a la Casa en Roldanillo constituyendo una junta que pueda decidir por sí misma integrada por los mismos tripulantes (ahora capitanes) del día a día en Roldanillo.
Queremos aprovechar esta entrada del Blog para agradecer a Charly por siempre poner sus talentos al servicio de la Casa, a Andrés Felipe por abrir todos los días y hacer posibles todas las vivencias que se dibujan y se materializan cada día en sus corredores, y a Julián (“Gato”) por apoyarnos siempre con los equipos de sonido, sin los que hubiera sido imposible este espacio musical que sigue consolidando Casa Abierta como una alternativa cultural juvenil en Roldanillo, un municipio que como casi todos tiende a olvidarse que para la mayoría de los jóvenes cultura es más que verbenas populares, más que cabalgatas mafiosas, más que campeonatos de futbol, aunque todos disfrutemos del aire pintoresco de estos eventos, y aunque la mayoría de políticos hayan olvidado que populismo no es siempre equivalente a productos artísticos que expresen el sentir de una persona o de una comunidad por encima del clientelismo y las imposiciones del mercado…. ¡Arriba las pequeñas pero significativas iniciativas de nuestros jóvenes que sin más recursos que sus sueños y su fuerza trabajan por construirse un espacio digno de sus esperanzas e ideales!… ¡arriba esta Casa que es de todos!